Mi familia no recuerda cuántos años yo tenía cuando casi me ahogo en un estanque de retención de aguas pluviales después de una inundación. Mi padre cree que tenía entre siete y nueve años.
Lo que sí recuerdo es que, tras una fuerte tormenta, el agua se acumulaba en el parque, convirtiendo una zanja cubierta de hierba en un pequeño lago. Los niños del barrio chapoteaban en los charcos y atravesaban el estanque provisional. Un compañero de clase me llamó: “¡Ven aquí, el agua está caliente!”. Lo siguiente que recuerdo es un torrente de agua succionando mi pierna hacia la alcantarilla que desaguaba el estanque. Mi compañero me sostuvo la cabeza por encima del agua para que pudiera respirar mientras alguien corría a pedir ayuda.
Mi padre me sacó del estanque, raspado, pero por lo demás bien.
Tuve suerte.
En Estados Unidos, según el Servicio Meteorológico Nacional, un promedio de 88 personas se ahogan anualmente en inundaciones,. El ahogamiento no es el único riesgo asociado con la exposición a las aguas de inundación. Las personas también pueden contraen enfermedades, ser mordidas por serpientes u otros animales salvajes o ser electrocutadas durante y después de las inundaciones.
A medida que el cambio climático aumente la intensidad de los temporales de lluvia y suba el nivel del mar, se prevé que más personas entren en contacto con aguas de inundaciones. Según un estudio del 2022, el riesgo “bloqueado” de inundación en Estados Unidos aumentará un 26,4% de aquí al 2050.
En este caso, “bloqueado” significa que el aumento de las inundaciones es previsible independientemente de los esfuerzos presentes o futuros para frenar el cambio climático.
Los autores del estudio también prevén que el aumento del riesgo de inundaciones se dejará sentir con mayor intensidad en las comunidades costeras con un elevado número de residentes de raza negra. Los habitantes de Texas y Florida se verán expuestos a un 50% más de inundaciones para el 2050. Además, las zonas con un alto porcentaje de miembros de la comunidad negra experimentarán el mayor aumento de riesgo, mientras que los bloques censales con menor proporción de residentes de color verán “muy poco aumento” en su riesgo de inundación.
Cómo mantenerse a salvo durante una inundación
Si su zona se inunda, haga lo posible por evitar tocar, consumir o conducir dentro del agua. En algunos casos, como las evacuaciones de emergencia y los rescates acuáticos, es imposible evitar por completo las aguas de inundación. Así que, en esos casos, intente llevar ropa de protección como botas, guantes y chaleco salvavidas.
Por qué debe mantenerse alejado de las aguas de inundaciones:
- Usted no sabe la profundidad del agua, a qué velocidad se mueve o qué tipo de escombros puede haber en ella.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, muchas de las muertes relacionadas con las inundaciones son evitables y se producen por conducir, caminar o estar cerca de las aguas. Puede ser difícil saber a qué velocidad se mueve el agua o su profundidad desde lejos. Las carreteras bajo las aguas de inundación pueden haberse derrumbado, haciendo que el agua sea mucho más profunda de lo que los conductores podrían esperar.
La campaña del Servicio Meteorológico Nacional “Date la vuelta, no te ahogues” procura concienciar y mantener a salvo a la gente durante las inundaciones. Según la campaña, bastan 15 centímetros de agua a gran velocidad para derribar a un adulto, 30 centímetros para arrastrar la mayoría de los coches y 60 centímetros para arrastrar todoterrenos y camiones.
Las aguas rápidas también pueden contener residuos sumergidos peligrosos, como ramas de árboles y fragmentos de vidrio o metal. Estos objetos pueden herir a las personas que caminan por las aguas o pinchar los neumáticos de los vehículos.
- Las aguas de inundaciones suelen estar contaminadas y la exposición a estas podría enfermarle.
La exposición a las aguas de inundación aumenta el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua. Las inundaciones pueden saturar los sistemas de alcantarilla, fosas sépticas y agitar los patógenos del suelo, de modo que el simple contacto con el agua puede provocar enfermedades.
Joan Rose, que estudia el agua en la Universidad Estatal de Michigan, afirma que en el agua de inundaciones pueden encontrarse bacterias, protozoos y viruses que pueden dañar la salud humana: “Dondequiera que se mueva el agua, estos organismos se mueven con ella”.
Una de las vías más comunes de propagación de enfermedades transmitidas por el agua es mojarse las manos con agua contaminada o beberla. Los patógenos más comunes, como E. coli, shigella y giardia, se propagan por esta vía. Otras enfermedades, como la vibriosis, pueden infectarte cuando los gérmenes entran en contacto con tu piel.
Rose dice que es importante prestar atención a la información de la administración local sobre la seguridad del agua y tomar en serio las órdenes de hervir el agua. Hervir mata los patógenos del agua.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades advierten que, además de los gérmenes, el agua de inundaciones suele contener sustancias químicas peligrosas procedentes de instalaciones domésticas, médicas e industriales. En las zonas donde son frecuentes las cenizas de carbón -producto residual de la combustión del carbón-, esos residuos pueden diseminar en el agua compuestos cancerígenos, como el arsénico y el mercurio.
Si nota algún síntoma de enfermedad -como problemas gastrointestinales, respiratorios o infecciones oculares- durante o después a la exposición al agua de inundaciones, busque atención médica. Informar a un médico sobre su exposición puede ayudar a garantizar la atención necesaria para usted y su comunidad. Las pruebas de transmisión de enfermedades a través del agua se comparten con los funcionarios de salud pública, que se esfuerzan por mantener la seguridad de su comunidad.
“La gente debe ser consciente de que este tipo de cosas ocurren con las inundaciones, y no es sólo un poco de diarrea”, aconseja Rose. “Un poco de diarrea podría convertirse en algo más serio cuando se trata de algunos de estos patógenos”.
- Los cables eléctricos caídos en el agua pueden electrocutarlo.
Los cables eléctricos y las tomas de corriente pueden electrizar el agua y hacerla muy peligrosa. El agua conduce bien la electricidad, y el contacto con el agua de inundaciones puede provocar electrocución. Nunca conduzca ni se acerque al agua que contenga cables eléctricos caídos.
Si su casa se inunda, desconecte la corriente desconectando el disyuntor principal del panel eléctrico de su casa. Asegúrese de no estar sobre el agua cuando corte la corriente. Asegúrese de no estar sobre el agua cuando corte la corriente. No vuelva a encenderla hasta que un electricista pueda evaluar su seguridad, aconsejan en el CDC.
Si alguien se ha electrocutado, llame al 911 inmediatamente. El CDC recomienda que la gente evite tocar a la persona electrocutada -que aún puede estar en contacto con la corriente eléctrica-, ya que dicho contacto podría provocar que usted también se electrocute. Si puede, desconecte la corriente y compruebe el pulso de la persona electrocutada. Si el pulso se ha detenido o parece lento, practique la reanimación cardiopulmonar hasta que llegue la ayuda de emergencia.
- Podría encontrarse con animales salvajes que podrían herirle o contagiarle enfermedades.
Las interacciones con animales salvajes durante las inundaciones también pueden ser peligrosas. Durante una inundación, los animales salvajes buscan terreno seguro. Los animales peligrosos más comunes que pueden encontrarse durante una inundación son serpientes, hormigas rojas y mamíferos, como roedores, mapaches y murciélagos, según Maureen Frank, profesora asociada y especialista en extensión de vida salvaje de Texas A&M AgriLife Extension.
Si ve un animal salvaje durante una inundación, mantenga distancia. Frank dice que la mayoría de los animales están adaptados para enfrentar las inundaciones por su cuenta y no necesitan su ayuda. Si usted ve un animal herido, debe ponerse en contacto con un profesional licenciado de inmediato. Muchos estados regulan lo que se puede y no se puede hacer para ayudar a un animal salvaje, así que no intente ocuparse del animal por su propia cuenta. Según Frank, a menudo es posible encontrar expertos en los departamentos estatales de pesca y caza o de parques y vida salvaje.
Los animales pueden buscar refugio en los montículos de escombros, así que cuando se esté moviendo durante una inundación o durante la limpieza, lleve siempre equipo protector y tenga cuidado por donde camina. “No ponga las manos ni los pies en lugares donde no pueda ver lo que puede haber”, dijo Frank.
También es importante conocer el tipo de animales que viven en su zona. En Texas, por ejemplo, donde viven 12 tipos distintos de serpientes venenosas, conviene familiarizarse con la fauna y las serpientes locales mucho antes de que se produzca una inundación. Si le muerde una serpiente u otro animal, llame a un profesional médico y describa el aspecto del animal con el mayor detalle posible.
Después de una inundación, limpie su casa
Cuando el peligro de las aguas de inundación haya pasado, todavía tiene mantener precaución. Después de una inundación, Rose recomienda que limpie su casa con una solución desinfectante o de lejía, sobre todo en las zonas donde vaya a preparar comida. Además, evite comer cualquier alimento que pueda haber estado contaminado.
Si tiene cortes o heridas que hayan estado expuestos a las aguas de inundación, asegúrese de limpiarlos con una pomada antibacteriana.
Si su casa ha sufrido daños estructurales, Frank recomienda sellar todos los agujeros por los que puedan colar animales y retirar cuanto antes los montículos de escombros. Cuanto más tiempo permanezcan los escombros, más probabilidades hay de que serpientes o roedores los conviertan en su hogar.
Gracias a Latino Verde por la traducción.