Los lectores de Yale Climate Connections en Puerto Rico están tomando medidas para protegerse de los frecuentes apagones en la isla.
“Puerto Rico aunque no lo parezca estar preparado para soportar apagones, es el diario vivir… al cual los puertorriqueños nos hemos acostumbrado por las promesas de los políticos que llegan al poder”, un residente nos dijo en respuesta a nuestro cuestionario sobre cómo los lectores se cuidan durante los apagones.
“Antes de llegar al poder [los políticos] son opositores del que está de turno y hacen creer a los puertorriqueños que están de su lado cuando en realidad lo que hacen es aprovecharse de la situación. Pero la mayoría de los puertorriqueños ya están tan preparados con sistemas de placas solares que ya sobrepasan las 120K residencias más los hospitales, centros comerciales y farmacéuticas también las están implementando”.
Un calor sumamente peligroso
El año 2023 fue el tercer año más cálido que ha experimentado Puerto Rico, y es posible que 2024 sea el más cálido registrado. Este calor pone una mayor presión sobre la fallida red eléctrica de la isla. Con una población que necesita aire acondicionado para mantenerse fresca y una población envejecida que necesita medicamentos que a menudo requieren refrigeración, la situación se está volviendo cada vez más precaria.
Durante años, el archipiélago de Puerto Rico ha experimentado apagones debido a una red eléctrica dañada y mal gestionada, así como a frecuentes tormentas y huracanes. En julio de 2024, San Juan, la capital de Puerto Rico, experimentó un calor que fue cinco veces más probable debido al cambio climático causado por el ser humano, según el Climate Shift Index, una herramienta desarrollada por Climate Central, una organización de investigación sin fines de lucro. Tener acceso al aire acondicionado se ha convertido no solo en un lujo sino en una necesidad.
El precio de la electricidad continúan subiendo, pero también lo hace el uso de la energía solar
Mientras tanto, el precio de la electricidad sigue aumentando, lo que ha llevado a muchas personas a no poder pagar sus facturas eléctricas. Las antiguas plantas eléctricas, que dependen de los combustibles fósiles (88% de la energía total), no han sido sustituidas rápidamente por fuentes de energía renovable, y parece que el gobierno carece de interés en acelerar este cambio.
Sin embargo, como siempre, la gente de Puerto Rico sabe cómo prepararse y mantenerse resiliente como comunidad. Actualmente, el 12% de la electricidad proviene de techos de casas y negocios, gracias a subvenciones y a la medición neta, un programa que permite a los hogares con paneles solares recibir crédito en sus facturas por el excedente de energía que venden a la red eléctrica local. No obstante, los sistemas solares siguen siendo costosos y no todo el mundo puede pagar hasta $30,000 por un sistema completo con baterías.
“Estoy consciente de que es necesario comprar un sistema solar para mi hogar”. Nos escribió un residente del archipiélago. “Pero las compañías actualmente disponibles (Power Solar, WindMar) son en pago mensual [y es] mucho más caro que la luz en su pago mensual y, por lo tanto, seguimos con Luma (el proveedor privado de electricidad en PR) aunque nos deje mal a cada rato. Debería ser menos para ser una opción”.
Residentes sin placas solares aseguran que tengan gasolina suficiente para sus generadores. Una nos escribió que antes de una tormenta o peligro de apagón, ella tiene “un chat [de WhatsApp] entre vecinos para necesidades de la comunidad”.
Un residente de San Lorenzo en el área sureste de la isla principal nos dijo, me aseguré de ponerle un sistema solar (batería y placas solares) a [la casa de] mis padres. Continuó explicando que es un apagón prolongado, se queda con sus padres. “Si es corto, lo pasaría en mi apartamento, ya que cuento con un generador solar”.
“También…. para comida y medicamentos, le compré a mis padres un freezer pequeño que no consume tanta energía eléctrica. En mi caso, tendría que recurrir a comprar bolsas de hielo si quisiera mantener viables las carnes y medicamentos que requieran estar a cierta temperatura”.
Otros residentes han comprado generadores eléctricos.
“Lleno bolsas de ziploc con agua y las congelo. Este hielo me ayuda a mantener frío los artículos que tengo en la nevera. Además, compro alimentos que necesitan refrigeración para una semana. Tengo planta eléctrica y se mantiene frío”.
Otra amenaza de los frecuentes apagones son los mosquitos. Para los residentes sin generadores ni placas solares, la única opción es abrir ventanas y puertas para crear circulación de aire, lo que permite la entrada de mosquitos. En los últimos años, ha habido un aumento en las enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue, el zika y el chikunguña. Además, el aumento de las temperaturas favorece la propagación de los mosquitos.
“Tengo linternas, baterías, hieleras de playa para el agua y la comida. Tengo una estufita de gas para calentar comida. Tengo mosquitero para la cama y citronela para la casa, así combato los mosquitos. Tengo un abanico de baterías y un rosario para rezar que regrese pronto el servicio eléctrico.” Nos comentó otra residente.
Quizás uno de los comentarios más impactantes fue este:
“Hay que tener en nuestro plan de preparación, sea huracán o apagón, que ya Nuestro escenario de vida es otro. Un sistema eléctrico deteriorado y tenemos que depender de nosotros mismos o familiares. Se acabó pensar, ‘[a]horita llega la luz’”.
Un resumen triste pero, lamentablemente, cierto de la realidad puertorriqueña. Sin embargo, hay esperanza. En los últimos meses, se ha percibido un cambio tangible en Puerto Rico y por las redes sociales, demandando cambio. Hay un gran impulso para promover la inscripción de votantes para las próximas elecciones en noviembre. A pesar de los evidentes obstáculos para votar, los residentes han esperado horas para registrarse y sacar sus tarjetas electorales.
Ojalá que, en el futuro, la residente con el rosario no tenga que rezar para que regrese la luz.