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La Corriente de Retorno del Atlántico y su potencial impacto en el futuro climático » Yale Climate Connections


Hace poco que nadie fuera de la comunidad científica supiera que era la Circulación de Retorno Meridional del Atlántico (o AMOC por sus siglas en inglés). Ahora la preocupación crece sobre un probable bloqueo de la corriente que mantiene reguladas las temperaturas en el océano Atlántico y cómo el calentamiento global causado por actividades antropogénicas podría alterar este regulador de las temperaturas oceánicas. Esto se debe a que un aumento en el calentamiento del planeta aceleraría el deshielo en los glaciares, lo que resultaría en una mayor cantidad de agua fría en los océanos.

Al mismo tiempo, se generaría más agua caliente en los trópicos, que es la única región del planeta que recibe los rayos del sol de forma perpendicular. Esto podría provocar el debilitamiento del flujo de las corrientes marinas o incluso el colapso potencial de la AMOC.

En el caso del Caribe, los efectos de un debilitamiento de la AMOC podrían generar cambios significativos en la temperatura del agua, los patrones de precipitación, los niveles del mar y las corrientes oceánicas. Darían lugar a más olas de calor, ciclones tropicales más intensos, frecuentes sequías e incendios forestales. Estas condiciones tendrían grandes impactos en la sociedad, específicamente en las actividades económicas como la construcción, el turismo y la agricultura.

¿Qué es la AMOC?

La AMOC es un fenómeno oceánico de gran importancia para la regulación del clima global. Controla el flujo oceánico del transporte de calor, de agua dulce (fresca), carbono (CO₂), entre otros, en la cuenca del Atlántico Norte y Sur. Se inicia cuando el agua fría frente a Groenlandia (más pesada y salada) se hunde, fluye hacia el sur y es reemplazada por agua más cálida (menos pesada) proveniente de los trópicos que fluye en la superficie desde el sur, transfiriendo calor a la costa este de Norteamérica y la costa oeste de Europa. Este proceso es vital para el equilibrio de las temperaturas y salinidad en los océanos y regula las relaciones entre el Ártico y el Atlántico tropical.

¿Qué le está pasando a la AMOC?

Estudios presentan hallazgos de un debilitamiento gradual de la AMOC en las últimas décadas, aunque las estimaciones del punto crítico de transición (tipping point) son aún inciertas. Varios análisis científicos, basados en datos observacionales de temperatura y salinidad de la superficie del mar en toda la cuenca del océano Atlántico, respaldan estos hallazgos.

¿Cuáles son los escenarios más probables?

El pronóstico de un posible colapso de la AMOC ha sido objeto de varios artículos científicos, que advierten sobre sus graves consecuencias para el sistema climático global y otros componentes del sistema terrestre. La AMOC puede influir en la capacidad del océano para absorber dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera. Si se debilita, puede resultar en una disminución en la absorción de CO₂, por parte del océano, lo que podría exacerbar el calentamiento global.

Los resultados de las investigaciones reportan una evidencia basada en que, desde el siglo pasado, la AMOC ha comenzado a evolucionar desde condiciones relativamente estables hacia una total desaceleración a finales de este siglo. Cabe señalar que, en estudios, se ha indicado la posibilidad de que, en el pasado, la AMOC se ha interrumpido en varias ocasiones, lo que ha llevado a los investigadores a creer que existe un punto de inflexión que, una vez traspasado, hace que la interrupción sea inevitable. Sin embargo, no hay evidencia de que haya tenido estos cambios tan abruptos como en la actualidad.

¿Qué consecuencia trae un debilitamiento de la AMOC?

La AMOC ha tenido un papel clave en la historia climática porque puede influir en el patrón de circulación global y contribuir a cambios en los patrones de temperatura a nivel mundial. Con la interrupción de esta corriente, Europa Occidental y el este de América del Norte se enfriarían significativamente, con un gran número de efectos adversos potenciales, incluyendo un enfriamiento generalizado en todo el Atlántico norte y el hemisferio norte, fortalecimiento de los ciclones extratropicales de invierno y una mayor proporción de precipitaciones que caen en forma de nieve en toda Europa.

Este fenómeno nos lleva a analizar las consecuencias del cambio climático que, en pleno calentamiento global, Europa y toda la costa este de los Estados Unidos pueden enfrentar eventos de temperaturas bajas y hasta de congelamiento con un gran impacto en los ecosistemas marítimos, terrestres y a la sociedad en general. Debido a las grandes evaporaciones de las aguas superficiales en los trópicos a causa del calentamiento global, debemos entender que el hecho de que esté nevando en ciertos lugares del planeta es un indicio de que hay grandes evaporaciones de agua en los trópicos. A causa de la dinámica de la atmósfera, este vapor de agua se eleva en la troposfera, dando lugar a precipitaciones líquidas, lo que produce grandes inundaciones y, en latitudes altas y medias, precipitación sólida (nieve), generando grandes tormentas de nieve.

Al presente, se están llevando a cabo estudios conducentes a entender mejor el rol de la AMOC y el potencial impacto en el clima. Algunos estudios se concentran en el impacto sobre el nivel del mar, temperaturas oceánicas y eventos extremos de marejadas ciclónicas y de latitudes medias y altas.

Una gráfica de las temperaturas promedio de los océanos durante el mes de Marzo desde 1981 hasta marzo 2024Una gráfica de las temperaturas promedio de los océanos durante el mes de Marzo desde 1981 hasta marzo 2024
Figura 2: Gráfica de las temperaturas promedio de los océanos durante el mes de Marzo desde 1981 hasta marzo 2024. (Crédito de imagen: NOAA)

Cabe señalar que, para el mes de marzo de 2024, las temperaturas superficiales están por encima de las de 2023, un año con temperatura récord (figura 2), y si sigue esta tendencia, causaría impactos importantes en toda la Cuenca del Atlántico. Esta agua calienta y viaja hacia los polos y se derrite más hielo, acelerando el posible colapso de la AMOC.

Hollywood añade un poco de ficción en la película de 2004 titulada “El día después de mañana”; evidentemente, si ocurriese un bloqueo de la AMOC, no será un cambio en tan corto tiempo, ya que los procesos climáticos tardan. No obstante, si continuamos aumentando los niveles de contaminación, esto puede ocurrir para finales de siglo. Esto significa que sus efectos ya se están comenzando a sentir y continuarán intensificándose conforme se acerque la fecha del colapso.





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