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La conexión entre las olas de calor y el cambio climático » Yale Climate Connections


Es posible que el calor extremo no desencadene el mismo miedo visceral que un tornado, pero cada año causa casi dos veces más muertes en los Estados Unidos, más que cualquier otro peligro meteorológico. A medida que el clima continúa calentándose, ese número podría aumentar drásticamente en los Estados Unidos y en otras partes del mundo.

Desde finales de 1800, el cambio climático causado por el hombre ha aumentado la temperatura promedio de la Tierra en alrededor de 1 grado Celsius (1,8 grados Fahrenheit). Eso no parece mucho, pero un calentamiento relativamente pequeño de la temperatura promedio da como resultado un gran salto en el calor extremo.

¿Existe un vínculo entre el cambio climático y las recientes olas de calor?

La Sociedad Meteorológica Estadounidense define una ola de calor como “un período de clima anormal e incómodamente cálido y generalmente húmedo.” Se han producido varias olas de calor notables durante las últimas dos décadas.

Por ejemplo, se estima que la ola de calor europea de 2003 causó la asombrosa cantidad de 70.000 muertes . Los científicos descubrieron que el calentamiento global causado por el hombre al menos duplicó el riesgo de una ola de calor de esa magnitud. En 2010, otras 56.000 personas murieron en una ola de calor en Rusia . Un estudio de 2011 concluyó que existe un 80 % de probabilidad de que la ola de calor no se hubiera producido sin el calentamiento global.

Una ola de calor excepcional, apodada “Lucifer,” ocurrió en el sur de Europa en 2017. En un estudio realizado por World Weather Attribution, los investigadores encontraron que Lucifer es 10 veces más probable de lo que hubiera ocurrido a principios del siglo XX.

Los científicos también estudiaron un evento de verano de 2018 que propagó un calor opresivo desde Japón a Canadá , concluyendo que el tamaño del evento no tenía precedentes y no fuera posible sin el cambio climático.

Y una ola de calor de 2021 en el noroeste del Pacífico que mató a cientos de personas habría sido “prácticamente imposible” sin el calentamiento causado por el hombre, concluyeron los científicos.

¿Qué podemos esperar de las olas de calor en el futuro?

Nuestro pasado reciente es simplemente un precursor insignificante de un futuro mucho más cálido. En un estudio de 2019 , investigadores de la Universidad de Princeton descubrieron que a medida que aumentan las temperaturas globales, las olas de calor serán más frecuentes y el tiempo entre ellas será más corto.

Una investigación de futuras olas de calor regionales encuentra que la cantidad de días de olas de calor puede aumentar de 4 a 34 días por temporada por cada grado Celsius (1,8 grados Fahrenheit) de aumento del calentamiento global.

En una publicación de 2016 , el climatólogo James Hansen advirtió que “los trópicos y el Medio Oriente en verano corren el peligro de volverse prácticamente inhabitables a fin de siglo si las emisiones de combustibles fósiles continúan como de costumbre”.

Un estudio publicado por la Unión de Científicos Preocupados en julio de 2019 encontró un aumento dramático en los días de índice de calor peligroso debido a la combinación de temperaturas y humedad más altas. Los investigadores encontraron que para mediados de siglo, en los Estados Unidos, los días con temperaturas de índice de calor de 105 grados se triplicarán.

Una investigación publicada casi al mismo tiempo por el Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zúrich, Suiza, concluyó que, en general, el clima de las ciudades cambiará 600 millas hacia el sur a mediados de siglo. Para 2050, el mes más cálido de Minneapolis aumentará de 80 F a 90+ F.

Dallas, Texas, actualmente tiene solo unos pocos días por encima de los 105 grados Fahrenheit por año. En 2050, se espera que ese número aumente a casi 30, y para 2100 puede catapultarse a 60 días o más, según la organización sin fines de lucro Climate Central.

¿Cuáles son las consecuencias del calor extremo?

Un gran aumento en el calor extremo vendrá con consecuencias. Aquí están algunos ejemplos:

  • Las intensas olas de calor marino pueden destruir la mayoría de los arrecifes de coral del mundo a mediados de siglo, junto con las criaturas vulnerables que dependen de ellos y los servicios humanos que dependen de los arrecifes.
  • Los días más cálidos evaporan más humedad del suelo, secando la vegetación. El resultado: pérdidas en la agricultura, grandes incendios forestales más intensos y una temporada de incendios más larga.
  • Los lugares de trabajo pueden volverse menos seguros y productivos a medida que el aumento del calor y la humedad superan los límites de la tolerancia humana, lo que dificulta que los trabajadores se mantengan frescos. Los trabajadores al aire libre corren un mayor riesgo de enfermedades y muertes relacionadas con el calor.
  • Ocurrirán más enfermedades y muertes relacionadas con el calor. Un estudio de 2017 concluye: “Es la duración de las olas de calor lo que impone impactos más devastadores que las temperaturas extremas en un solo día. Las tasas excesivas de morbilidad y mortalidad humana están claramente asociadas con temperaturas extremas sostenidas”.
  • La Evaluación Nacional del Clima de 2018 estima que en 49 grandes ciudades de los Estados Unidos, los cambios en las temperaturas extremas provocarán más de 9,000 muertes prematuras adicionales al fin de siglo si las personas continúan liberando gases que atrapan el calor al ritmo actual. Esa es una estimación conservadora en comparación con un análisis del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, que encontró que un aumento en los días calurosos peligrosos podría provocar que las muertes en verano en grandes áreas urbanas de EE. UU. se incrementarán del promedio anual de 1975-2010 de 1,360 a 13,860 en los años de 2040 hasta 29.850 a finales del siglo.
  • La humedad puede volverse literalmente insoportable a finales de este siglo para las personas que viven en regiones como el Golfo Pérsico y el sur de China. De acuerdo con el Dr. Tom Matthews de la Universidad de Loughborough en el Reino Unido, una vez que la temperatura del termómetro húmedo (la temperatura del aire que se tiene en cuenta en el enfriamiento como resultado de la evaporación) alcanza los 95 grados Fahrenheit, el cuerpo ya no puede enfriarse a través de la evaporación del sudor y puede provocar un golpe de calor y la muerte. Se prevé que temperaturas de termómetro húmedo tan altas sean más comunes a finales de este siglo.

¿Qué podemos hacer?

Estos son números aterradores, pero aún se puede hacer mucho para minimizar los impactos. La sociedad podría invertir en medidas agresivas para reducir el dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor y aumentar nuestra capacidad para soportar condiciones climáticas más duras.

La Evaluación Nacional del Clima estima que la mitad de las muertes proyectadas en los Estados Unidos podemos evitar si la comunidad mundial toma medidas climáticas rápidas. Pero debido a que parte del calentamiento proyectado ya es inevitable, también tendremos que adaptarnos a un mundo más cálido, por ejemplo, plantando árboles de sombra y asegurando que las personas tengan acceso a centros de enfriamiento. El informe encontró que las muertes podrían reducirse, suponiendo que la sociedad se comprometa a una adaptación suficiente para proteger la vida humana.

Gracias a Climate Cardinals y Pearl Marvell por la traducción.





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