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El calor extremo hace que el embarazo sea más peligroso » Yale Climate Connections


El embarazo de Esther Sánchez coincidió con un calor extremo en Madrid, España, donde estaba viviendo durante el verano de 2022. Las temperaturas durante la noche fueron particularmente incómodas. Una mañana de aquel verano, su sala de estar todavía estaba a 88 grados Fahrenheit [31 ªC] a las 6 a.m.

“Así que era imposible dormir y descansar y tener un día normal, una vida normal”, dijo ella.

Para muchas personas embarazadas, un grupo que puede incluir mujeres, niñas, hombres transgénero y personas no binarias, el calor es algo más que incómodo. Es peligroso.

Las personas embarazadas son más propensas a sufrir insolación y agotamiento por calor, según el CDC. Las altas temperaturas pueden aumentar los riesgos de muerte fetal y parto prematuro. Los expertos les preocupa que los funcionarios estatales podrían examinar más de cerca esos resultados de embarazo a raíz de la decisión de la Corte Suprema en junio de 2022 que anuló el derecho constitucional al aborto.

El cambio climático eleva estos riesgos aún más. Los días calurosos ya son más comunes. Las olas de calor son más calientes y duran más que en el pasado, lo que aumenta el riesgo de enfermedades y muertes relacionadas con el calor.

Ver también: Olas de calor y cambio climático: ¿Existe una conexión?

Cómo afecta el calor al embarazo

Las mujeres embarazadas enfrentan un riesgo elevado de enfermedades relacionadas con el calor porque sus cuerpos trabajan horas extra para mantenerse frescos y mantener frescos al feto en crecimiento.

También es más probable que se deshidraten y, por lo tanto, produzcan menos sudor, lo cual es peligroso porque la sudoración es una forma clave de enfriar el cuerpo. Además, las personas expuestas al calor extremo durante el embarazo tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta y preeclampsia, una complicación del embarazo potencialmente mortal. Y la exposición al calor durante el embarazo aumenta el riesgo de problemas cardíacos durante el trabajo de parto y el parto.

Estudios recientes también han demostrado que la exposición al calor es peligrosa para el feto en desarrollo y puede causar muerte fetal, parto prematuro, bajo peso al nacer, anomalías congénitas y muerte infantil poco después del nacimiento.

Sandie Ha, profesora asistente de salud pública en la Universidad de California, Merced, analizó 70 estudios sobre la influencia del calor en los resultados del embarazo. En su revisión, encontró que las estimaciones sugieren un 16% más de riesgo de parto prematuro durante los días de olas de calor en comparación con los días sin olas de calor. Aproximadamente uno de cada 10 bebés estadounidenses nace prematuramente.

Ha también descubrió que el riesgo de muerte fetal era un 46% más alto durante las olas de calor en comparación con los días sin olas de calor. Aproximadamente 1 de cada 160 nacimientos en los EE. UU. son mortinatos, según los CDC.

Ha también determinó que el riesgo de parto prematuro y muerte fetal aumenta alrededor de un 5 % con cada grado Fahrenheit adicional.

“Una de las cosas que escucho es, ‘Ah, bueno, el riesgo es bajo.’ Entonces, ¿Debemos preocuparnos por estos riesgos?’ Bueno, sí”, dijo Ha. “Incluso si el riesgo es pequeño para los individuos, como sociedad puede acumularse y convertirse en un gran impacto para la salud pública.”

Las vías específicas por las que el calor afecta el embarazo aún no se conocen bien. Pero la revisión de Ha sugiere que el calor extremo provoca inflamación, lo que puede disminuir el flujo de sangre y nutrientes al feto.

Los marcos de tiempo durante el embarazo en los que la exposición al calor es más riesgosa aún no están claros, pero el riesgo de muerte fetal parece estar más comúnmente asociado con la exposición al calor al principio del embarazo. Debido a que la investigación sobre este tema está en curso y persisten las incertidumbres, puede ser difícil para los proveedores de atención médica y los pacientes controlar los riesgos del calor.

Adelle Monteblanco, profesora asistente en el Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad Estatal de Middle Tennessee, ha trabajado con proveedores de atención médica materna en El Paso, Texas, para brindarles capacitación sobre cómo mantener seguros a los pacientes durante las olas de calor extremo.

“Muchos de ellos quieren reglas concretas, como ‘¿Qué trimestre es el peor para la exposición o qué temperatura es demasiado alta’”, dijo. “Nadie tiene esa información, desafortunadamente.”

La anulación de Roe v. Wade implica que las personas pueden ser enjuiciadas por las complicaciones del embarazo

La criminalización del aborto en un número creciente de estados de EE. UU. también aumenta los riesgos asociados con el calor extremo y el embarazo. Eso es particularmente cierto para las comunidades marginadas que están sometidas a un intenso escrutinio. Algunas personas que sufren abortos espontáneos como resultado de la exposición al calor pueden ser objeto de una investigación legal si se sospecha que se sometieron a un aborto ilegal.

“Como veremos a partir de la decisión de SCOTUS, las personas embarazadas serán criminalizadas por embarazos no llegados a término”, afirma Monteblanco. “Y no pueden evitar vivir en una comunidad afectada por la injusticia ambiental, donde se respira aire contaminado o donde sus lugares de trabajo les hacen estar expuestas a temperaturas insalubres”.

Entre 1973 y 2020, al menos 1700 personas en los EE. UU. han sido arrestadas, procesadas, condenadas, detenidas u obligadas a someterse a intervenciones médicas debido a su estado de embarazo o al resultado de su embarazo”, según National Advocates for Pregnant Women, una organización sin fines de lucro que ofrece asistencia jurídica.

La defensora pública Emily Galvin-Almanza indica que le preocupa que las personas sean criminalizadas por complicaciones del embarazo, como partos prematuros y bajo peso al nacer. Y dice que espera ver un aumento de los enjuiciamientos basados en la actividad física durante el embarazo, “que según los fiscales constituye un peligro imprudente para el feto”.

Ya se han dado casos en los que las autoridades han investigado o procesado a mujeres por abortos espontáneos y muertes fetales que ocurrieron después de, aunque no necesariamente debido a, caerse por las escaleras, recibir un disparo durante una discusión, dar a luz en casa, tener drogas ( incluidas las drogas legales ) en el cuerpo, comer un bagel de semillas de amapola, tener un accidente automovilístico y más. Varios casos de consumo de alcohol o drogas durante el embarazo se comunicaron a las autoridades cuando las mujeres buscaron atención médica después de haber sido agredidas por su esposo o novio, según National Advocates for Pregnant Women .

Los riesgos agravantes aumentan las preocupaciones por el calor durante el embarazo

El calor se vuelve aún más peligroso durante el embarazo cuando se combina con otros factores de riesgo como la contaminación del aire, la falta de acceso a espacios frescos y atención médica, y otras condiciones médicas.

  • La contaminación del aire aumenta los riesgos para la salud: cierta contaminación del aire, como el ozono, es más común en los días calurosos. La mala calidad del aire puede acarrear problemas a las mujeres embarazadas y los fetos, incluido el aumento del riesgo de presión arterial alta, diabetes gestacional, aborto espontáneo. parto prematuro y crecimiento fetal restringido.
  • La pobreza y el racismo estructural aumentan aún más la exposición al calor y la mala calidad del aire: las comunidades de bajos ingresos y las de gente negra y de color y las personas encarceladas corren un mayor riesgo de exposición al calor y la mala calidad del aire. Es más probable que vivan en áreas que carecen de espacios verdes e infraestructura como piscinas y centros de enfriamiento. También es menos probable que tengan seguro médico y acceso a atención médica segura y confiable. Las personas negras, hispanas e indígenas ya tienen tasas de mortalidad materna más altas que los estadounidenses blancos. También son más propensos a estar expuestos al calor extremo en el trabajo .
  • Los lugares de trabajo calurosos pueden ser peligrosos: Kameron Dawson, abogada de la oficina de Nashville de A Better Balance, una organización sin fines de lucro que ayuda a las trabajadoras embarazadas a comprender sus derechos, nos expresó que la gente que trabaja en su organización ha visto casos de trabajadoras de cocina que sufren debido al embarazo y la exposición al calor.
    “No están seguras de poder pedir cosas como una botella de agua o más descansos en el trabajo”, indica Dawson. “Hay muchos casos en los que las trabajadoras tienen miedo de pedir esos ajustes razonables por miedo a ser despedidas”.
  • Las condiciones médicas previas hacen que las mujeres embarazadas sean más vulnerables al calor: algunas condiciones médicas también aumentan el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor por sí solas y dificultan aún más que el cuerpo se mantenga fresco durante el embarazo. Sánchez, de Madrid, tiene esclerosis múltiple (EM) y el calor empeora los síntomas de la enfermedad. “Debido a la EM, si me acaloro, no puedo pensar con claridad. Me canso mucho. Todo está borroso. Y comienzo a sentir algo extraño en mis manos y pies”, comparte.  “Con el embarazo, he sentido que sucede más rápido”. 
  • Otras condiciones acentuadas por el calor incluyen migrañas, enfermedades autoinmunes y enfermedades respiratorias. Estas condiciones no están asociadas con malos resultados para el feto, pero pueden causar daño a la mujer embarazada. El calor también puede conducir a una mala salud mental, lo que puede tener efectos fisiológicos que pueden causar complicaciones en el embarazo, pérdidas, partos prematuros y bajo peso al nacer.
  • La violencia de pareja amenaza la salud de las embarazadas: el calor extremo también afecta la salud mental de las personas con quien la embarazada comparte su vida. Las olas de calor están asociadas con aumentos en la violencia de pareja íntima, que ya es una de las principales causas de muerte de mujeres embarazadas en los EE .UU.

Cómo hacer que el embarazo sea más seguro durante las olas de calor

Hay cambios legislativos y soluciones que pueden contribuir a embarazos más seguros y saludables a pesar de los crecientes riesgos que genera el cambio climático.

La primera, y más obvia, es limitar el cambio climático en sí mismo. Según la Evaluación Nacional del Clima, un informe científico que documenta los efectos del cambio climático en los Estados Unidos, aún se puede reducir el rápido crecimiento de las temperaturas extremas. Si se reducen las emisiones globales de contaminación que atrapa el calor, los embarazos serán más seguros en todo el mundo.

Ha y Monteblanco coinciden en que sería recomendable ofrecer formación a los proveedores de atención médica materna sobre los riesgos asociados con el calor extremo. Pero ambos mencionaron que los proveedores están limitados en el tipo de recomendaciones que pueden brindar, particularmente para las personas que no tienen acceso a aire acondicionado en el hogar o el trabajo.

“Una de las razones por las que lucho con este trabajo es que estamos poniendo demasiada responsabilidad en el médico, la matrona o el enfermero/a para educar al paciente, y estamos poniendo mucha responsabilidad en el paciente para que diga ‘Está bien, no esperaré el autobús cuando hace calor y no trabajaré afuera aunque mi familia dependa del sueldo,’” indica Monteblanco.

Los cambios legislativos podrían hacer que los lugares de trabajo y los vecindarios sean lugares más seguros para las embarazadas. Dawson en A Better Balance afirmó que las trabajadoras embarazadas ya están protegidas bajo la Ley Federal de Discriminación por Embarazo y la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, que les confieren el derecho a pedir adaptaciones en el trabajo, como un taburete para sentarse o una botella de agua adicional.

Pero, según Dawson esas protecciones no van lo suficientemente lejos. Por ese motivo, A Better Balance trabaja para lograr que los estados aprueben protecciones más estrictas, como la Ley Federal de Equidad para Trabajadoras Embarazadas, que fue aprobada con apoyo bipartidista en la Cámara de Representantes en 2021 y está a la espera de una votación en el Senado.

Se podrían adoptar otras soluciones legislativas para proteger a las personas embarazadas en los Estados Unidos. Monteblanco señala la Ley Momnibus de Salud Materna Negra, que se presentó al Congreso en 2021 y se incluyó en la estancada Ley Build Back Better . El Momnibus es una colección de leyes que contempla recursos y apoyo a las personas embarazadas marginadas, diseñada para disminuir las disparidades raciales y económicas en la mortalidad materna.

Una de las leyes incluidas en el Momnibus se llama Proteger a las mamás y los bebés contra el cambio climático, que incluye recursos para capacitar a los profesionales de la salud sobre los riesgos del cambio climático.

Monteblanco apoya que la legislación que protege los derechos reproductivos y limita la contaminación del aire ayudaría a que el embarazo sea más seguro para todos. Las decisiones recientes de la Corte Suprema que anulan el derecho al aborto y limitan la autoridad de la EPA pueden impedir algunas acciones federales. Pero los estados y el Congreso aún tienen opciones para consagrar los derechos de las personas embarazadas.

A nivel local, los municipios pueden invertir en la construcción de comunidades más seguras para las personas embarazadas. La revisión de Ha encontró evidencia emergente de que los espacios verdes como parques y bosques urbanos pueden ayudar a reducir el impacto del calor extremo en el embarazo. El acceso a las piscinas públicas también puede ayudar a las personas embarazadas a refrescarse.

Monteblanco también afirma que todo el mundo tiene que desempeñar un rol para que su comunidad sea más segura para las personas embarazadas.

“No solo depende de las mujeres. Es demasiado para ellas hacerse totalmente responsables para que todo salga bien en el embarazo. Les pedimos que renuncien a mucho durante el embarazo. Todos quieren embarazos saludables, todos queremos tener familias saludables, y eso significa que todos tienen que ayudarse el uno al otro”, afirma. “Pregúntales si necesitan una ensalada de frutas, pregúntales si necesitan agua, pregúntales si necesitan tu aire acondicionado para el fin de semana”.





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